1)Solo compra la parte útil de la fruta.
2)Evita malos olores y desperdicios de fruta innecesarios.
3)Es la forma más fácil y práctica de transportar y manipular frutas.
4)Su presentación le ahorra tiempo al momento de preparar un platillo, bebida o postre.
5)El espacio de conservación destinado para el producto es mínimo a diferencia de la fruta fresca.